Día de la Conservación del Suelo: una invitación a mirar también hacia el fondo del mar
Cada 7 de julio, Argentina celebra el Día Nacional de la Conservación del Suelo, una fecha que históricamente ha estado asociada al cuidado de la tierra firme.
Pero ¿qué pasa con el suelo que yace bajo el mar? A esa pregunta busca responder Patricio Cartelli, director del centro Bucea Hoy de Puerto Madryn, quien desde hace más de dos décadas trabaja para sensibilizar sobre la importancia ecológica del lecho marino.
“El fondo del mar también es suelo: respira, sostiene biodiversidad, genera oxígeno y alimento. Pero como no se ve, muchas veces no se cuida”, afirma Cartelli, uno de los pocos instructores de instructores de buceo en Argentina y líder de un ecocentro con certificación ambiental nacional única en Sudamérica.
Lejos de ser un desierto sumergido, el lecho marino patagónico alberga ecosistemas complejos e interconectados, donde habitan lenguados camuflados, colonias de esponjas, formaciones rocosas y bosques de algas. “Con el tiempo uno aprende a ver rastros, reconocer sonidos, entender que hay dinámicas invisibles que estructuran la vida marina”, relata Cartelli.
Su experiencia submarina es también sensorial: habla de gravedad cero, de flotar en cuatro dimensiones y del respeto que generan los encuentros con especies como lobos marinos. “Cuando no sos una amenaza, se acercan, observan, interactúan. Eso cambia tu manera de habitar el entorno”, asegura.
El lecho marino está siendo alterado por actividades humanas como:
- La pesca de arrastre, que “arrastra sin distinguir” y deja impactos duraderos
- La contaminación marina, incluyendo plásticos, residuos industriales y aguas sin tratar
- El turismo no regulado, que degrada restingas y ecosistemas frágiles
Cartelli compara esta situación con los procesos de desertificación en tierra firme: “No sabemos ni el 5% de lo que ocurre en las profundidades, pero lo estamos afectando todos los días”.
El Día Nacional de la Conservación del Suelo puede ser también una oportunidad para reconocer que el suelo sumergido es parte del patrimonio natural, aunque no lo pisemos ni delimitemos con cercos.
“Es esencial para el equilibrio planetario. Aprender a ver lo invisible es el primer paso para empezar a cuidarlo”, concluye Cartelli.
Fotografía y texto: Notas Ambientales
04 julio 2025